FOTO-REFLEXION

Creadores de nuevas diásporas

Continuamente nuestras pantallas, periódicos, revistas y radios, están plagadas de noticias de seres humanos obligados a abandonar su tierra ¿Quién está creando esto? ¿Permitiéndolo nosotros también colaboramos?
 
Parece que se vuelve a repetir continuamente la parábola de los trabajadores de la viña homicidas (Mt 21, 33-43) ¿Quién se cree dueño de la tierra como para echar y matar a los otros? Miles de hermanos de todas las razas, credos y condiciones se ven apartados de los suyos por la ambición de unos pocos.


"Cantad al Señor un cántico nuevo"



El Señor está presente en todos los rincones. Gracias a misioneros entregados y actuales como Damián, el padre Damián como se le ha conocido en el programa de “La Voz”.
Pues sí, El padre Damián, sacerdote-misionero redentorista, nos ha dejado a todos como a los coaches del programa en el que se ha presentado, con la boca abierta. Su valentía y ganas de proclamar el evangelio han sido las “culpables” de que, a través de su voz, pueda llegar a la humanidad un testimonio valiente de fe en los tiempos que vivimos. Como dice el salmo 95 “Cantad al Señor toda la tierra, bendecid su nombre…”. Gracias Damián por este testimonio.


¿Por qué Dios lo permite?

"Hay muchos niños abandonados por sus propios padres, muchos víctimas de muchas cosas terribles como las drogas o las prostitución. ¿Por qué Dios permite estas cosas, aunque no es culpa de los niños? y ¿Por qué tan poca gente nos viene a ayudar?"
Así se expresaba una niña de 12 años durante la visita del papa a Filipinas.
La Iglesia, también muchos papas, en la historia, en ese afán de creerse en posesión absoluta de la verdad, lo que va unido a creer que se tiene respuesta para todo, ha respondido muchas veces con poco acierto.
Una vez más la humildad en un papa, el papa Francisco, ha hecho que pueda reconocer públicamente que el ser humano, aunque sea papa, no tiene respuesta para todo. La única solución es ponerse a trabajar por el Reino, dar ejemplo con la acción y no tanto con la explicación.


"El que entrega su vida por amor..."


No hay mejor manera de entender y vivir el evangelio, ni más heroica ni más “radical”,que dejarlo todo e ir a anunciarlo. La misión ha sido siempre, y es hoy, para cristianos valientes, decididos y ejemplares. Pero si además en dicha entrega de tiempo, proyectos, amor… va incluida la misma vida, no tenemos por menos que agradecer a dichos misioneros que sean ejemplo vivo de aquel que nos ha enviado a TOD@S.
En estos días, con estos misioneros y muchos otros que entregan literalmente sus vidas en misiones complejas, toma mayor sentido y fuerza nuestra celebración del DOMUND.
Gracias padre Miguel y padre Manuel por vuestra entrega. Fuisteis a entregar vuestro tiempo y esfuerzo y habéis recibido el ébola. Porque “el que entrega su vida por Amor…ganará la vida eterna”.

¡Un aullido más!

Sinceramente, y a la luz de los últimos acontecimientos en la zona, se podía esperar algo así.
Ya no sirven actos tan denigrantemente “humanos” como el rapto con extorsión o con la intención del soborno o el intercambio de rehenes. Ya no… ahora es matar por matar, dañar por dañar; lo más atroz de aquella frase de Thomas Hobbes “El hombre es lobo para el hombre”. Y si las víctimas son gente buena, que intenta acercarse a Dios, sean de donde sean o profesen la religión que profesen, pues mejor, porque cuanto más dura e incomprensible sea, más daño se provoca.
Ahora tres jóvenes israelíes que estudiaban en una escuela rabínica, raptados y encontrados días después sepultados en piedra; y como represalia un joven palestino asesinado. Pero ¿y antes…? Y lo peor… ¿Qué habrá mañana? ¿A dónde llegará el “lobo”?
Ojalá, algún día, las oraciones sean más fuertes que los aullidos.

¿En nombre de quién...?¿de Dios?
En una entrevista reciente realizada al papa Francisco, le oí decir que: “Las persecuciones que sufren los cristianos actualmente, en algunas partes del mundo, son más duras que las de los primeros siglos”.
En un primer momento pensé que el papa, quizás, exageraba un poco; hoy, observando ciertas imágenes, y leyendo ciertas noticas y testimonios de nuestros hermanos de Siria e Irak, no tengo ninguna duda de que, si bien no son más duras, tampoco son menos atroces.
¿Cómo es posible que se sigan repitiendo fratricidios como el de Caín y Abel? ¿Cómo hermanos que conciben a Dios desde el monoteísmo, compartiendo al padre Abraham, son capaces de perseguir hasta la muerte a otros hermanos?
El fundamentalismo, terrorismo religioso diría yo, no está justificado ni fundamentado en nada ni nadie, mucho menos en nombre de Dios.


Jerusalem ¿ciudad de la paz?


Realmente me emociono viendo esta imagen dada su carga simbólica. No es un mero ritual, ni mucho menos obligado. De hecho, el papa Francisco no ha tardado mucho en visitar la, utópicamente llamada, "ciudad de la paz" Jerusalem. Visitar la ciudad no significa hacer turismo, sino estrechar lazos, querer acercarse a los hermanos judíos, musulmanes y cristianos que en ella habitan (muchas veces no de la mejor manera por las tensiones y conflictos por todos conocidos).
Salvo incidentes ridículos, radicales y a veces, me atrevería a decir, que infantiles, cometidos previamente y algunos también con posterioridad a la visita, de algunos seres sin miras más allá de sí mismos y sus "luchas" y "conquistas" trasnochadas, más propias de la época de las cruzadas que del siglo en el que vivimos...Incidentes tales como la prohibición, a la que por cierto no se ha hecho caso, de quitar un cartel de bienvenida al papa en un edificio cristiano del casco viejo de la ciudad, o la quema del libro de visitas de la iglesia de la dormición de la Virgen, entre otros; creo que la visita ha sido un nuevo gesto, ya muchos en el poco tiempo de su pontificado, que el papa ha tenido con la intención de un sincero ecumenismo y convivencia interreligiosa.
Poner cordura entre palestinos e israelíes. Pasar de nuevo por Samaría sin dar rodeos, sin miedo al encuentro con el hermano diferente, con la samaritana...llegar hasta Jerusalém, no para provocar sino para, con mansedumbre, agarrarse Dios que habita allí, en cada piedra, en cada muro, en cada casa, en cada espacio... y los humanos recorriendo sus calles no le vemos, no le ven, yendo como va a nuestro lado.




No hay comentarios:

Publicar un comentario