sábado, 20 de mayo de 2017

El "Defensor" (Jn 14,15-21)

Hasta sus últimos momentos en la tierra, Jesús demostró el cariño y sensibilidad hacia los que estaban o podían estar más desprotegidos. Por eso se preocupa también de los suyos, de sus discípulos, porque sabe que se sentirán solos y abandonados cuando Él no esté con ellos. Ese es el motivo por el que les adelanta que no deben temer porque tendrán un “Defensor”, el Paráclito, el Espíritu de la verdad, con ellos.
Jesús sabe lo difícil que resultará la proclamación del Reino de Dios entre los hombres. Ya en otros momentos les había alertado de que serían perseguidos por esta causa, por su causa, es por eso que necesitarán un “Defensor”, alguien que les de la fortaleza, templanza, sabiduría… (En resumen, los siete dones que ofrece el Espíritu Santo) necesarias para ser fieles y no abandonar.
Es cierto que si nos tomamos en serio la tarea del Reino y la llevamos hasta sus últimas consecuencias, dicha tarea nos puede llegar a exigir hasta nuestra propia vida. El mensaje de Jesús, siendo universal,  no es acogido de la misma manera en todos los rincones de la tierra, y ya tenemos la experiencia de ver como alguno de nuestros hermanos, a lo largo de  la historia de la Iglesia, han entregado su vida como hicieron alguno de los primeros discípulos imitando al Maestro. Pero hay muchas formas de entregarse a la tarea del Reino y no todas son entregando literalmente la vida sino que también con nuestro tiempo, nuestra defensa (apología según los Padres de la Iglesia) y con nuestra voz en medio de una sociedad hostil a Dios, podemos entregarnos.
Cuando Jesús mismo dice que nos dejará un “Defensor” es porque era consciente de que la tarea nos traería problemas y que muchas veces tendríamos que ir a contracorriente en las sociedades que nos tocara vivir. Los cristianos sufrimos el rechazo constante de algunos sectores de la sociedad, últimamente de la política extrema, que va de “progre” y social pero termina siendo la primera dictadora y antidemocrática: persiguen la enseñanza religiosa en la escuela, intentan anular la eucaristía televisada, reclaman edificios de culto que han pertenecido a la comunidad eclesial durante siglos…

Hoy Señor necesitamos de tus siete dones al igual que los necesitaron nuestros hermanos de la comunidad primitiva. Envíanos al “Defensor”, el Paráclito, el Espíritu de la verdad, tu Espíritu Santo para que seamos tus testigos hoy y aquí, siempre y en cualquier lugar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario